Tras percatarse de que la ingeniería arquitectónica no le permitía ser lo suficientemente creativo, Harry Batchelor decidió cambiar de rumbo y dedicarse al diseño de mobiliario. ¿Su objetivo? Crear piezas atractivas que la gente quisiera tener en casa. Él mismo describe su estilo como "sencillo, de buen gusto y funcional", es decir, piezas inspiradas en la industria con líneas geométricas rectas.